Las amistades sanas son un gran aporte en nuestras vidas. Nos ayudan a crecer como personas, mientras nos acompañan en el camino. Cada amistad es un mundo. Están esas que solo revivimos de vez en cuando, otras que por el tiempo o las circunstancias acabaron y aquellas que nos ayudan a crecer porque ejercen como fuerza, apoyo y sostén. Son las amistades sanas.
Las amistades sanas nos impulsan a crecer, motivarnos y evolucionar; funcionan como ese impulso que a veces, tanto necesitamos, pero también nos hace sentir comprendidos y valorados. Algunas de las cosas que yo busco en la amistad es honestidad, por supuesto que sean sinceras y no tengan dobles intenciones.
También mis amistades me transmiten realmente lo que debo escuchar. Las amistades verdaderas saben decirte cuando estas actuando mal, porque no actuan bajo una complacencia. Sino aquellas que me dan equilibrio y bien en mis momentos más relevantes.
Mis amistades, creen en mi hasta en momentos que yo pierdo la confianza en mi misma. Te ayudan a evaporar muchas veces esos miedos que sentimos. Mis amistades son auténticas, porque me permiten mostrarme tal como soy, sin tener que aparentar. Me siento cómoda con ellas, puedo ser yo misma y real sin miedo al que dirán o que me puedan lastimar.
Te instó a que construyas las mismas. Esto se hace a través de la aceptación, acepta a la otra persona tal como es, no la vas a cambiar, aceptate a ti también. Tienes que ser optimista y positivo, nadie puede rodearse de gente que esté quejándose o peleando constantemente eso te quita energía. Siempre a la hora de transmitir hazlo de la mejor forma posible. Debes respetar y saber hasta donde podemos llegar.
Una de las cosas más importante en una amistad sana es adiós a la competencia. Alégrate realmente por tu amigo y sus logros, quien importa quien consigue más. Lo importante es que podamos crecer como seres humanos y evolucionar. Recuerda que cada camino y momento es diferente.
Al final las relaciones que te hacen feliz, fomentan características importantes en tu vida como lo son: felicidad, sentido de la pertenencia, disminuyen el estrés y son un gran apoyo en nuestras vidas. Por ello, no dejemos de valorarlas, de apreciar el tiempo que nos dedican y el amor que nos regalan.
